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DECLARACIÓN PÚBLICA: CAMPAÑA A FAVOR DE LA

PROHIBICIÓN DEL USO DE NEONICOTINOIDES EN CHILE

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8 de Mayo de 2018

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     Como Coordinadora Nacional de Apicultores Orgánicos de Chile, CONAOC pedimos la homologación en Chile

con la norma que regula el uso de neonicotinoides asumida por 28estados miembros de la unión económica europea, prohibiendo su uso en beneficio de nuestras abejas y otros polinizadores.

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     Los problemas que afectan a las abejas y otros polinizadores suponen una importante amenaza para la alimentación mundial y polinización de nuestros bosques nativos, es por esto que pedimos la prohibición del uso, fabricación

e importación de agrotóxicos del tipo neonicotinoides dentro del territorio nacional, otorgadas por el decreto ley numero 3.557 y sus modificaciones sobre protección agrícola; y la resolución exenta numero 1557 del año 2014 vigente que establece normas de evaluación y autorización de plaguicidas.

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    Si sumamos a esto el cambio climático, incendios, perdida de diversidad genética, pesticidas, y otros muchos factores, podremos entender las medidas adoptadas el Servicio de Pesca y Vida Salvaje del EEUU, que ha incluido por primera vez a este querido insecto como especie en peligro; concretamente a siete especies que contarán con una protección especial en virtud de la Ley de Especies en Peligro.

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    En 1988 había un total de 5 millones de colmenas en Estados Unidos, pero en 2015 pasaron a quedar sólo la mitad, aproximadamente unos 2,5 millones. Murieron el 42,1% de las colonias.   Y las proyecciones empeoran año a año, como escenar io transversal, según informes de diferentes instancias apicolas internacionales. Aunque parece increíble aun existen personas que defienden el principio de que no existe suficiente comprobación científica para hablar de calentamiento global, como también el conocido síndrome de colapso de la colmena (SCC), pero lo concreto es que si las abejas desaparecen, con ellas partirían multitud de plantas que dependen de ellas y seguidos, asolados por el hambre, probablemente los seres humanos de muchas naciones.

   El 45% de la flora silvestre se poliniza gracias a las abejas y casi el 75% de las frutas y verduras que comemos procede de su polinización.

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   Así mismo visibilizamos el problema que significa hoy en día las fumigaciones aéreas en chile,donde aun no se logra establecer criterios claros, fiscalización y formulas de denuncia efectivapara casos como estos que describimos a continuación. El día 30 de enero de 2018, a las 10:40 horas aproximadamente, en el sector Paillaco, comuna de La Unión, Región de Los Ríos, se llevó a cabo una fumigación de forma área de un cultivo de raps a 1.500 metros del predio de un apicultor orgánico, sin ninguna clase de aviso previo, como lo exige la normativa actual que rige las fumigaciones aéreas. Debido a esta fumigación sin advertencia, muriendo más de 5.000.000 de abejas en 100 colmenas del apicultor orgánico y miembro de la CONAOC, Claudio Chico. No siendo esta la primera ocasión en que hechos como este ocurren en el sector.

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    Como Coordinadora Nacional de Apicultores Orgánicos de Chile manifestamos nuestro total repudio a esta clase de hechos y a la pobre fiscalización y normativa que los regula. El DecretoNº 5/10 del Reglamento sobre aplicación aérea de plaguicidas establece en el Artículo 13 que “La empresa aplicadora deberá informar a la población del lugar, mediante la distribución devolantes informativos, de la próxima aplicación de plaguicidas cuando existan casas habitaciones, establecimientos de salud, establecimientos educacionales, cualquier agrupación humana, colmenares o concentración de animales o aves, en un radio de 200 metros medidos desde el borde externo de la franja de seguridad”, detallando fecha de la aplicación, hora,lugar y duración de la misma; tipo de plaguicida, nombre del mismo y su toxicidad; medidas de prevención que se deben adoptar para las personas, animales domésticos y medio ambiente,

entre otros. Acción que no fue llevaba a cabo y generó la muerte de millones de abejas.

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    Hoy los expertos hablan de un área de protección de un mínimo de 2.000 metros cuando el

óptimo debiera ser 4.000 metros. Nadie en chile esta libre, las pequeñas partículas de

agrotóxicos pulverizados vuelan en el aire por horas, siendo trasladadas a merced del viento

hasta cientos de kilómetros.

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  ¿Cómo no es capaz de comprender el dueño del predio que fumigó, que si su cultivo prosperó

fue gracias a que fue polinizado por abejas?

 

    Ahora ellas pagan las consecuencias de la aplicación de tóxicos sin previo aviso para resguar

darlas y tomar las medidas de protección necesarias. Masacrar de esta forma a un ser vivo esencial para el ecosistema es sencillamente una autodestrucción con rebote a toda la humanidad.

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    Este tipo de hechos representa unaperturbación del derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de las comunidades y seres vivos, pues rociaron su químico sin considerar las personas que por ahí circulan, familias, niños

y trabajadores. Ni siquiera existe conocimiento de cuál es el químico que se utilizó para poder

enfrentar las consecuencias de este.

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    Esta acción es una privación del derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación pues es “deber del Estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza”. Contaminaron el aire, la tierra, las fuentes de agua, etc.

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   Y esto tiene consecuencias tanto para los humanos como para todo ser viviente, especialmente para las abejas ya que ocasionan su muerte por intoxicación, contaminan su zona de pecoreo e incluso al ser alimentadas con miel contaminada genera mortandad de las abejas. Además, cabe considerar que este actuar arbitrario

e ilegal genera pérdidas millonarias para las familias y personas, ya que destruye su fuente

laboral privando de este modo del derecho de propiedad.

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   Como apicultores nos sentimos vulnerables por esta clase de actos inconscientes y arbitrarios de parte de particulares, que son recurrentes por lo que solicitamos las autoridades competentes en salud y agricultura, sean capaces efectivamente de propender al bien común,proteger a las abejas y resguardar nuestros derechos, haciendo valer la normativa actual para prevenir estas desastrosas consecuencias.